Los collares de adiestramiento se caracterizan por ser eficientes herramientas complementarias para adiestrar a nuestros perros de manera sencilla pero con resultados satisfactorios.

El collar de adiestramiento responde a las órdenes de un mando inalámbrico que maneja el educador del perro que es el que transmite los mensajes que aperciben al animal para que este haga caso al dueño en todo momento.

Supongo que todos conocemos como funciona un collar de adiestramiento del que tantas veces hemos hablado en nuestros blogs, así que en este nos centraremos en los mandos de estos collares electrónicos para saber un poco más acerca de ellos.

Mandos a distancia

El mando del collar siempre es inalámbrico e interactúa con la centralita que el perro lleva en su cuello mediante la pulsación de botones específicos que transmiten órdenes directas a voluntad del dueño.

Dependiendo del modelo de collar, los distintos botones del mando servirán al adiestrador para enviar una llamada de atención al perro, o un castigo si el animal no atiende la llamada del educador. Estos castigos no son peligrosos ni dañinos para el animal, pero sin embargo les resultan molestos y pronto asocian que reciben ese castigo en lugar de un premio por algo que están haciendo mal.

Los mandos de los collares electrónicos no suelen tener un consumo excesivo de electricidad, y por tanto la mayoría funcionan con pilas similares a las de los mandos de la televisión

El mando más pequeño del mundo

El collar de adiestramiento GT-211 de la marca Aetertek  incorpora el mando a distancia más pequeño del mundo, aunque a pesar del tamaño mantiene todas las funciones de los otros mandos, incluso con características mucho más avanzadas como la moderna pantalla de LCD que muestra toda la información del estado del collar.

El Aetertek es sumergible y funciona con baterías de litio recargables y su receptor recibe las señales del mando hasta una distancia máxima de 350 metros. Aunque el collar viene en una caja con el mando, en cualquier momento podemos adquirir un segundo collar que puede manejarse con el mismo mando a distancia, por lo que el desembolso para un segundo perro se reduce considerablemente.

Desde el mando se controla toda la actividad del collar y sus tres modalidades de funcionamiento, la vibración, el sonido y las descargas, por lo que el perro estará en todo momento en manos del adiestrador o de la persona que maneje el mando del collar.