Los perros de caza están acostumbrados al ambiente cinegético porque desde cachorros se les lleva a las caerías y se les junta con los demás perros para que se sientan tranquilos y se habitúen a estar en ese ambiente.

campana y cascabel para el collar del perro campana y cascabel para el collar del perro

Hay algunas razas de perros como el labrador, el podenco o el pointer - por citar algunas de ellas, ya que la lista es bastante amplia - que parecen mas aptos que otros para la caza, pero lo fundamental es que el perro tenga buen olfato para que no se le pierda ninguna pieza, tenga instinto, sepa cuando tiene que ladrar y por supuesto tenga fuerza suficiente para aguantar activo durante la jornada.

Un perro de caza debe estar entrenado previamente y por eso decíamos que la mejor manera es la toma de contacto desde pequeñitos, aunque dependiendo del tipo de caza, se les prepara y adiestra con mayor o menor dificultad, indudablemente, siempre junto a los demás perros de la jauría.

Los perros también van aprendiendo con la experiencia, y suelen obedecer a sus dueños, pero por razones obvias tienen que correr en busca de la presa y a veces ocurre que se alejan demasiado o se desorientan durante unos minutos, así que los cazadores conocedores de estas situaciones se las han ingeniado para no perder al perro o localizarlo entre los matorrales cuando lo pierdan de vista.

Tan importante es que el perro sepa donde está su amo como que este sepa donde está su perro.

Algunos cazadores colocan una pequeña campana colgada en el collar del perro, de manera que al moverse el animal, el badajo golpee el interior de la campana y su amo se haga una ligera idea de donde está aunque lo pierda de vista.

El sonido de estas campanas son muy similares a la de los cencerros que llevan las vacas, aunque el tamaño mucho más reducido emite un sonido mas característico pero igualmente audible en el monte.

Este truco si puede llamarse así, lo conocen todos los pastores que acostumbran a salir con sus perros y aunque la tecnología ha desarrollado unos collares de becada con función de localización, aún se usan los cencerros y campanas para tener controlado al perro cuando se pierde.

A los perros mas pequeños se les coloca un cascabel de latón que también emite un sonido al moverse aunque algo mas discreto que las campanas, pero que de igual manera permite saber donde se ha escondido nuestra mascota pues el sonido es igual de audible si no hay ruidos que nos impidan escucharlo.