La genética del ser humano le permite caminar durante horas soportando el cansancio porque nuestro cuerpo es una máquina perfecta donde todos los órganos trabajan en armonía, pero algo sucede cuando nosotros mismos cambiamos una costumbre.

podometro digital Podómetro Digital

Algunas veces nos hemos preguntado porque cuando comenzamos a practicar algún deporte nos duele el cuerpo y porque esos dolores desaparecen tras unos días.

La respuesta es tan simple que puede deducirse por pura lógica.

Nuestros músculos se acostumbran a realizar las tareas que hagamos de manera asidua y la prueba evidente es que aquellos músculos que más utilizamos los desarrollamos más que los que movemos menos.

Por tanto es de lógica que un ciclista desarrolle más los músculos de las piernas que un tenista, y este a su vez desarrolle más los de los brazos, incluso mucho mas el derecho si es diestro puesto que es el que más someterá al esfuerzo y entrenamiento diario.

Dicho esto es obvio que si los músculos que se mueven se desarrollan más, los que no utilizamos como deberíamos tienden a hacerse más débiles, por tanto cuando comenzamos a caminar si no estamos acostumbrados llegará un momento que notaremos un cansancio que parece querer apoderarse de nuestra voluntad y quitarnos la idea de practicar ejercicio.

Estos dolores son conocidos con el nombre de "agujetas" y aparecen incluso en las personas acostumbradas a hacer deporte tras someterse a un gran esfuerzo.

Adelgazar caminando de manera controlada

Todos los deportes físicos requieren un esfuerzo que se traduce en un consumo de energía que la aportan los componentes que hay en nuestro cuerpo, de manera que existe una regla proporcional entre la distancia recorrida y el consumo energético, aunque este consumo de energía no es lineal, es decir, no se adelgaza cinco veces mas porque andemos una distancia cinco veces superior.

Lo ideal si uno se propone caminar como método es que lo haga de manera controlada, usando un podómetro digital desde el primer día de manera que tengamos una información exacta de los pasos realizados, la distancia recorrida y el tiempo utilizado durante el trayecto.

Nuestro primer día bastará con que andemos unos tres kilómetros y lo hagamos sobre un circuito donde sepamos exactamente la distancia que vamos a recorrer.

Con el podómetro puesto, el aparato controlará los pasos que vamos a dar durante esos tres kilómetros y bastará dividir entre tres los pasos totales para saber cuantos pasos damos por kilómetro.

El cálculo de las calorías gastadas es un tanto estimativo pero muy aproximado, y una vez tengamos la costumbre de usar el podómetro como herramienta de control para caminar, podremos aumentar medio kilómetro cada día que andemos hasta llegar a los 9 kilómetros que será la distancia óptima que tendremos que recorrer cada día que salgamos a caminar utilizando exactamente una hora y media en recorrerla.

No es necesario andar todos los días, pero si que haya una frecuencia exacta entre cada jornada de ejercicio, de manera que es preferible andar cada dos días que andar tres días seguidos y dos no.

Con esta simple regla, con un mínimo de hora y cuarto y a partir de unos 8 kilómetros al día, nuestro cuerpo comenzará a perder peso y los resultados saltarán a la vista a partir de la primera semana.

No olvides estas tres reglas básicas para perder peso caminando:

  • Caminar al menos una hora y cuarto
  • Hacerlo con regularidad
  • Comer de manera equilibrada
  • Usar siempre el podómetro