Echar una siesta después de la comida es una excelente manera de reponer energías o relajarse, especialmente cuando no ha dormido bien por la noche o cuando lleva un estilo de vida ajetreado.

Hace que la persona tenga más energía, esté más alerta, además de prevenir enfermedades cardíacas, reducir la presión arterial, mejorar la memoria y aumentar la creatividad.

La siesta no es sinónimo de pereza o falta de cosas que hacer, sino más bien una recomendación médica capaz de mejorar el rendimiento en las actividades de la tarde y noche y, en consecuencia, una mejor salud.

¿Qué es una siesta?

Dormir después de comer es una tradición de origen mediterráneo también conocida como siesta. A pesar de estar muy relacionada con España, las raíces de la siesta se encuentran en el antiguo Imperio Romano, época en la que la población dividía el día en 12 horas, según la luz solar.

En esta lógica, los romanos dedicaban la mitad del día, o la sexta hora, al descanso de las obligaciones. La tradición llegó a España a partir del siglo XI, cuando se convirtió en norma en la orden de San Benito que los monjes durmieran entre las dos y las tres de la tarde. 

La costumbre se extendió al resto de la población y continúa hasta el día de hoy.

Por supuesto, con el ri

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