La poda tradicional de frutales se ha venido haciendo con tijera porque el corte de las ramas de pequeño diámetro se realiza más fácilmente que con un serrucho, reservando este para cortar los ramajes mas grandes.

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Pero las tijeras de podar aunque están hechas para cortar las ramas, también se utilizan para otras labores como vendimiar e incluso para otros trabajos agrícolas que se realizan en las naves, como la terminación de un producto (corte de tallos, emparejado, limpieza, etc)

Con la tijera de mano se pueden terminar de arreglar las cabezas de los ajos, los espárragos, los pimientos y cualquier otro fruto u hortaliza que necesite un arreglo superficial antes de envasarse.

De hecho este tipo de tijeras las utilizan también en las floristerías para cortar los tallos de las flores y poder hacer los ramos sin quebrarlos.

Tijera manual o eléctrica

Elegir una tijera de mano o una eléctrica depende sobre todo del uso que se le vaya a dar, pues indudablemente no hay que comprar una tijera de poda eléctrica para podar los rosales de nuestra terraza, mas que nada porque esta tarea solo la realizaremos una vez al año.

El uso de tijeras de poda eléctrica se reserva para los profesionales y trabajadores del campo porque tiene unas cuantas ventajas frente a las tijeras manuales, y estas son las mas importantes:

  • Reducción del tiempo de trabajo (mismo trabajo en menos horas)
  • Mejora del corte (corte sin astillado y sin rebabas)
  • Precisión (corte exacto en cualquier posición)
  • Ausencia de esfuerzo (menos cansancio)
  • Versatilidad (una misma tijera para varios tipos de ramas)
  • Fuerza (corte de maderas duras)
  • Ahorro (se amortiza rápidamente)
  • Rendimiento (mas productividad por jornada)
  • Funcionalidad (funcionamiento simple)
  • Seguridad ( empuñadura protegida)

Aunque todavía hay algunos agricultores que no las han comprado, todos los que tienen oportunidad de conocerlas hacen la mejor inversión de su vida en cuanto  herramientas se refiere, ya que a estas ventajas hay que añadir la de la comodidad puesto que resulta muy gratificante ver como sin esfuerzo podemos pasear por la finca cortando ramas de manera cómoda sin tener que hacer otra cosa que seleccionar las ramas y apretar el gatillo.