El forro polar es un tejido que se hizo famoso principalmente por garantizar un excelente aislamiento térmico. No es de extrañar que las piezas fabricadas con este material se hayan vuelto indispensables en el armario de montañeros, escaladores y quienes practican actividades al aire libre en general.

No solo eso, también se ganó el corazón de quienes no son fanáticos de los deportes de aventura y se volvió frecuente en las zonas urbanas.

Una de las principales ventajas del forro polar es su versatilidad, siendo apto para todas las estaciones del año. Durante el invierno actúa como capa intermedia, aportando aislamiento térmico entre la prenda base y el abrigo exterior. 

En los días más fríos se puede utilizar como capa principal, manteniendo el cuerpo abrigado y protegido

Durante las estaciones más cálidas, sigue siendo útil en noches frescas o ambientes con aire acondicionado, ya que actúa como una capa ligera de protección contra el frío moderado. 

Su alto poder de transpirabilidad evita el sobrecalentamiento, permitiendo al usuario permanecer cómodo incluso en condiciones climáticas más suaves.

Historia y evolución del forro polar

El forro polar, también conocido como fleece, tiene sus raíces en la década de 1970. Fue inventado por Malden Mills, ahora co

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