El sol hace bien, pero sin algunos cuidados básicos, el efecto puede ser inverso, haciéndolo maléfico para la piel. Tomar el sol después de hacer la barba puede ser aún peor sin algunas precauciones. Algunos cuidados que debes tener con tu barba en  la época de calor.

barba en la época de calorLos hombres cada vez más están preocupados por su salud y apariencia. Menos mal.

La barba, así como la piel y el cabello, también necesita cuidados especiales en el verano.

Esto porque también sufre con los diversos factores comunes al período, como el calor, el sol, el sudor, la sal del agua de mar y las sustancias químicas de las piscinas.

En primer lugar debemos entender que el acto de hacer la barba, sea con cuchilla o máquina de afeitar, es una forma de lesionar la piel.

No es malo, pero puede dejar el área más sensible e irritada, principalmente luego de afeitarse.

Y tomar el sol con la piel en ese estado puede afectar aún más la cara, por lo que algunos cuidados son siempre necesarios al afeitarse.

Cuidados básicos con tu barba en la época de calor

Aféitate  siempre después del baño,  es la hora en que la piel está con menos grasa y residuos y aún mantienen los poros abiertos.

Siempre usa un aceite para la barba. Elige uno de acuerdo a tu piel.

Evita pasar la lámina en la dirección contraria en que el pelo crece, ya que esto puede resultar en irritaciones y en los atascos.

Utiliza una toalla o agua caliente para retirar lo que queda de la crema de afeitar.

Cuando termines, lava la cara con agua fría para cerrar los poros y aplica una loción o un bálsamo después de la barba - según tu tipo de piel.

Evita tomar el sol en los primeros minutos después de afeitarte y siempre utilice el protector solar.

Pero, la mejor sugerencia para las personas que poseen barba común es el uso de afeitadoras eléctricas.

Irritan menos la piel y agilizan el ritual de afeitarse.

La hora ideal para afeitarse con este tipo de afeitadora es también poco después del baño.

Otra cosa es recordar siempre lavar la cara.

El ideal es dos veces al día, preferiblemente con el agua fría.

Lavar en exceso puede generar un efecto contrario, haciendo que el rostro produzca aún más oleosidad.