Una buena casa es la que destaca por su arquitectura o decoración, pero un buen hogar es la casa en la que nos encontramos cómodos, y para eso bastan unas cuantas reglas: que sea acogedora, que esté aislada de ruidos externos, que no tenga humedad, que tenga luz exterior y que goce de buena ventilación.

Por supuesto que lo ideal sería que fuera fresca en verano y cálida en invierno pero para eso están las calefacciones y climatizadores que se encargan de poner la temperatura ideal

La ventilación en una casa depende de muchísimos factores, sobre todo el nivel de habitabilidad y las condiciones climatológicas que la rodean.

Por ejemplo una casa en un entorno lluvioso acumulará una humedad excesiva en sus muros que a lo largo de los meses penetrará por las paredes y necesitará mas aireación que otra casa similar situada en una población cálida, pero esta a su vez necesitará más renovación de aire.

En cualquier caso, la ventilación de una casa es primordial para asegurar la limpieza del aire respirable.

Una vivienda necesita renovar el aire del interior que se vicia por la propia respiración de los habitantes, la emanación de gases provenientes de calderas, la humedad proveniente del exterior y de las partículas en suspensión.

La mayoría de las personas pensamos que solo con abrir las ventanas ya habremos renovado el aire de la casa, pero esto no es del todo cierto, puesto que aunque es aconsejable abrir las ventanas para establecer una corriente de aire, esto no es suficiente para obtener un aire puro dentro del hogar.

Una correcta ventilación necesita un sistema de extracción de aire en determinadas estancias como la cocina y el cuarto de baño que además de extraer el aire, con el se llevará los olores y la humedad.

El extractor es el elemento perfecto para sacar el humo de la cocina al tiempo que evitará que los olores se dispersen por el resto de la casa; en el cuarto de baño, el extractor de baño además de olores favorecerá la salubridad al eliminar las partículas en suspensión, los vapores del agua caliente y la humedad concentrada y protegerá el baño de patógenos que puedan entrar por la ventana.

En otras ocasiones en las que no se pueda abrir la ventana, bien por la lluvia, niebla, tormenta de arena, humos cercanos o simplemente porque no queremos que entre el frío o el calor, será determinante contar con un buen sistema de extracción de aire que ayudará a renovar el aire viciado de la casa.

Y por último recordar que a pesar de tener la casa cerrada, el aire exterior penetra por las rendijas que hay entre las puertas y marcos o el suelo, los conductos de chimeneas y por las propias rejillas de ventilación  del gas en la cocina, así que la instalación de un extractor se hace necesaria en estos casos.