La revista Science ha publicado esta semana varios de los experimentos realizados por  investigadores de la Universidad de Georgia, en colaboración con la Universidad de Carnegie Mellon y el Zoo de Atlanta que revelan datos sorprendentes sobre los movimientos que realizan las serpientes para desplazarse por terrenos abruptos.

Las serpientes cascabeles por ejemplo son capaces de escalar y moverse por terrenos imposibles de transitar donde no hay salientes para agarrarse. Esta habilidad, conocida como sidewinding es propia de algunos animales invertebrados y nunca hasta ahora se había aplicado a la robotica.

Para estudiar los movimientos de las serpientes, el equipo de investigadores alojó a seis tipos de serpientes en un recinto de arena construida en el zoo de Atlanta, y pudieron observar como escalaban y sorteaban los obstáculos y como ascendían por paredes inclinadas adoptando posturas que les permitían contrarrestar la gravedad en las pendientes.

Los investigadores se dieron cuenta de que las serpientes no se escurrían pese a la inclinación, sino que ese movimiento hacía que consiguieran avanzar. A medida que la inclinación era más pronunciada, las serpientes aumentaban la longitud de su cuerpo.

Según explicó Howie Choset, profesor de robótica de la Universidad Carnegie Mellon  “La serpiente levanta algunos segmentos del cuerpo mientras mantiene otros en el suelo, y a medida que la pendiente se inclina más, su cuerpo se aplana”

Después de meses estudiando los movimientos de las serpientes han conseguido fabricar el primer robot del mundo capaz de moverse por cualquier tipo de terreno incluso por superficies inclinadas e inestables.

Hasta ahora, algunos robots de limpieza se desplazaban con ruedas pero en un futuro, el estudio del sidewinding y los adelantos técnicos permitirán que los robots caseros se desplacen de manera distinta sin pararse ante una moqueta, una puerta semicerrada o incluso un escalón.