No todos podemos vivir en el campo donde el aire es más puro que en la ciudad, pero a pesar de eso si que hay una solución para respirar un aire libre de polución y bacterias incluso dentro de una casa cerrada.

El aire de nuestras viviendas es un aire que tiende a viciarse por varios motivos, pero el principal es la falta de ventilación y la escasez de humedad en el ambiente.

ventana abriendose abrir una ventana favorece la entrada de aire

Para una buena ventilación en nuestra vivienda no basta con que abramos las ventanas unos minutos, puesto que dependiendo de la hora en que lo hagamos, el remedio puede ser peor que la enfermedad.

El fin que se persigue con una buena ventilación es que el aire entre en la vivienda renovando al del día anterior, y por eso esto debe hacerse a primera hora de la mañana dejando dos ventanas abiertas de estancias distintas y comunicadas para favorecer la corriente de aire y al mismo tiempo la renovación.

Cuanto mas tarde se renueve el aire de la casa más polución habrá en la calle debido a la acumulación de gases de los tubos de escape y por supuestos a otros muchos factores.

El aire de la mañana es mas sano, pero al mismo tiempo al airear la casa temprano, esta permanecerá menos tiempo con el aire viciado del día anterior

Una vez que tenemos aire "del día" falta el segundo plato del menú; una humedad correcta en la vivienda y por lo general quienes vivimos en un ambiente seco, lo notamos porque en las horas calurosas parece que falta aire, y lo que falta es humedad.

La solución más práctica, rápida y económica es colocar un humidificador en casa de manera que el agua de su depósito pase a formar parte del aire seco, sí de sencillo.

Corrigiendo la falta de humedad, el aire además de ser más puro, estará libre de olores y la sensación de bienestar al respirar será tan distinta que si lo prueban un solo día qudarán convencidos, ya que la prueba les dirá todo.