Parece mentira pero aparte de la ropa y el calzado, el utensilio más utilizado en nuestro planeta no es el teléfono móvil ni el tenedor sino el llavero que no tiene otro fin que el de poder  llevar las llaves juntas.

navaja llavero llavero con una navaja en miniatura

Entendemos por utensilio un objeto fabricado a propósito para un determinado uso, en especial si es un uso frecuente como el doméstico o artesanal, y que generalmente se maneja manualmente, así que dejando aparte la comida, los coches y las prendas de uso diario, el objeto más común que mas se utiliza a diario en este planeta no es otra cosa que el llavero de bolsillo.

Un llavero no es otra cosa que utensilio para llevar las llaves guardadas y recogidas, y lo que poca gente sabe es que aunque no es el objeto más común en este planeta, si es el que mas gente utiliza de los casi 7.500 millones de personas que vivimos repartidos en 194 países, aunque por supuesto no todos los utilizan.

Exceptuando a los bebés y niños muy pequeños, todo aquel que tiene una llave ya sea de casa, del coche, de la moto o del candado de la bicicleta, seguramente la llevará en un llavero.

El llavero más común es una argolla o anilla a la que se une una pequeña cadena del cual cuelga un elemento decorativo que sirve para distinguir o personalizar el propio llavero, aunque también suelen haber llaveros prácticos con utensilios que sirven para otras cosas como las navajas llavero o abrelatas.

¿Quien inventó el llavero? 

Antíguamente las llaves eran muy grandes y pesadas pero solo existía una para toda la familia y aunque la costumbre era dejar la puerta abierta, por la noche se echaba el cerrojo por dentro de la casa.

La única llave de la casa la llevaba la mujer, pues el marido normalmente trabajaba y era la esposa la que permanecía en casa y cerraba cuando iba al mercado o al lavadero pero seguían habiendo muchas casas sin cerradura así que no se le daba mucha importancia al hecho de cerrar con llave.

El inventor del llavero fue sin duda el mismo que el de la llave, y en este caso no fueron los chinos los primeros sino el arquitecto, escultor e inventor griego Teodoro de Samos (Siglos VII y VI a.C.) quien también inventó la regla y el cartabón.

Cuando creó las primeras llaves, estas ya tenían la cabeza hueca precisamente para colgarlas de una cuerda o "llavero" lo que permitía llevarla colgada de la muñeca o en el cuello a modo de collar.

Las llaves se forjaban en una sola pieza aunque se distinguían tres partes principales, el ojo (cabeza), la tija (parte central) y el paletón (parte que entraba en la cerradura)

Todas las llaves eran muy parecidas, tal como ocurre hoy en día con las modernas llaves, aunque al paletón se le hacían unas guardas distintas (muescas) para cada cerradura.