El manómetro es un instrumento utilizado para medir e indicar la intensidad de presión del aire comprimido, aceite, agua, vapor y fluidos en general. Muy utilizados en los circuitos neumáticos e hidráulicos.

manómetro Los manómetros tienen la función de indicar el ajuste de presión en un sistema, circuito o maquinaria.

Lo que realmente hace es comparar la presión atmosférica con la de dentro del circuito por donde circula al fluido.

Por eso se dice que los manómetros miden la presión relativa.

La presión manométrica es la presión relativa a la presión atmosférica. La presión manométrica es positivo para presiones por encima de la presión atmosférica.

Y negativa para presiones por debajo de ella.

La presión absoluta es la suma de presión manométrica y presión atmosférica.

Son Manómetros cuyo funcionamiento está basado en el Tubo de Bourdon, invención de Eugene Bourdon, patentada en 1849 en Francia.

Bourdon fundó la Bourdon Sedeme Company para fabricar su invención que es, hasta los días actuales, uno de los instrumentos más utilizados en todo el mundo para la medición de presión.

Los manómetros industriales suelen tener una escala graduada que mide la presión, normalmente, en bares, pascales o en psi.

Todos los manómetros de presión tienen un elemento que cambia alguna propiedad cuando son sometidos a la presión.

Este cambio se manifiesta en una escala o pantalla calibrada directamente en las unidades de presión correspondientes. La aguja nos mide la presión en el interior del circuito.

Algo muy importante a la hora de utilizar un manómetro de presión es su exactitud o precisión.

La exactitud se define como la diferencia máxima entre el valor verdadero y el valor indicado por el manómetro expresado como porcentaje.

Los medidores de presión o manómetros son ampliamente utilizados en todo el mundo para tareas que van desde el control de la presión de los neumáticos en un coche antes de un viaje a la vigilancia de la presión de varios sistemas dentro de una planta de energía nuclear.

Otros usos pueden ser el control de la presión del líquido de frenos en un coche, en los sistemas de calefacción, ventilación, aire acondicionado y de refrigeración.