Conocida como la herramienta más antigua, el hacha sigue siendo popular entre los hombres y forma parte del día a día de muchas personas, pero ¿sabes cuál es la historia del hacha, cómo se produjo y cuáles son sus usos?

Durante miles de años, el hacha ha desempeñado un papel fundamental en las herramientas de la vida diaria de la humanidad.

Este fenómeno se debe a una sencilla razón: desde el principio han existido una serie de tareas que eran muy fáciles de realizar con la ayuda de un hacha, pero cuya ejecución se convertiría en un auténtico martirio sin ella.

¿Cuál es la historia del hacha?

El hacha es una herramienta manual, desarrollada inspirándose en el martillo, pero con uno de sus extremos afilados, apto para cortar fácilmente superficies más duras.

La producción antigua de hachas más conocida está ligada al Neolítico, ya que según libros de texto y libros arqueológicos se informa que esta fue la época de la industria de la piedra pulida y la expansión de las hachas. 

Además de considerarse la misma época en la que se inició el manejo de plantas y la domesticación de animales.

Del descubrimiento de fragmentos y partes de hachas en yacimientos arqueológicos se puede concluir que las hojas de las hachas fueron inicialmente elaboradas con piedras y pulidas a mano. 

Sin embargo, según la evolución del hombre y los materiales que utilizaba, la herramienta empezó a producirse desde la piedra hasta el metal, el bronce o el cobre, hasta llegar a la forma en que se produce en la actualidad.

Cuáles eran los usos de un hacha

El hacha fue muy utilizada en la antigüedad como herramienta de caza, equipo agrícola, en la tarea de cortar troncos y objetos duros, además de ser útil en la creación de otras herramientas o construcciones que cubrían las necesidades del hombre.

Más tarde, con la evolución de las hachas de metal, la herramienta se hizo más conocida como arma en el campo de batalla. El equipo era utilizado en combate, con el objetivo de destruir escudos, puertas y protecciones con unos pocos golpes.

Posteriormente, la herramienta fue fundamental para limpiar terrenos, construir casas de madera, cortar árboles y ramas para producir leña para los incendios.

Finalmente, hoy en día, el hacha sigue formando parte del día a día de los trabajadores, además de estar presente en las tareas cotidianas y en manos de los aventureros.

Desarrollo de tipos de hachas a lo largo del tiempo

Edad de Piedra - La primera hacha conocida fue la que utilizó el Homo Ergaster, un homínido que vivió hace entre 1,9 millones y 1,4 millones de años en el sur del continente africano. 

Sin capacidad para crear herramientas más complejas, el Homo Ergaster afilaba piedras robustas hasta formar una punta en uno de sus extremos que servía principalmente para partir madera y ramas para alimentarse.

Continuó siendo utilizado por varios otros homínidos, adoptando diferentes formas para realizar diversas tareas, hasta llegar a manos del Homo sapiens, quien realizó el principal cambio en el diseño de las hachas.

Edad de los Metales – La metalurgia comenzó a extenderse en diferentes épocas dependiendo de la región de la tierra.

Las personas que vivían en lugares cercanos a las minas de cobre y estaño se vieron naturalmente más favorecidas por este avance tecnológico.

En Europa, la llamada Edad del Bronce, cuando se empezaron a forjar herramientas y armas en metal.

Ya se fabricaban hachas de metal forjado con el orificio del tamaño ideal para encajar en los mangos, que eran más largos o cortos según el uso previsto.

Con la llegada del metal, las hachas se convirtieron en una de las principales armas de combate cuerpo a cuerpo de varios pueblos europeos, especialmente los celtas. 

Pero la mayor revolución tecnológica en la fabricación de hachas se produjo cuando el hombre empezó a utilizar el hierro como principal materia prima.

Edad Media - La Edad Media fue sin duda uno de los períodos más violentos de la humanidad, con interminables disputas territoriales, invasiones bárbaras y una verdadera fiesta de ejecuciones. 

En este sangriento contexto, las hachas ganaron un gran protagonismo en el conjunto bélico de prácticamente todos los pueblos europeos.

En aquella época aparecieron las hachas de batalla, fabricadas especialmente para el combate, pero cuyas características variaban.

Los vikingos, por ejemplo, desarrollaron un hacha con un mango largo y una hoja afilada, que permitía realizar golpes desde una distancia relativamente segura y causaba graves heridas a los enemigos.

Una de las principales formas de ejecución en la Edad Media era la decapitación, siendo el hacha el instrumento más utilizado por los verdugos. Las hachas de ejecución tenían un mango largo, una cabeza relativamente estrecha y una hoja curva y afilada.

El hacha en la actualidad

Con la llegada de las armas de fuego, la importancia del hacha en el contexto militar disminuyó gradualmente. A partir del siglo XIX las hachas comenzaron a utilizarse casi exclusivamente como herramientas, especialmente por leñadores y agricultores.

Especialmente desde el siglo XX, el hacha se ha convertido en una herramienta de trabajo esencial para los bomberos y socorristas, que a menudo necesitan derribar puertas u otros obstáculos para acceder a las personas en peligro.

Las hachas también se han convertido en protagonistas de un deporte que últimamente ha ganado muchos adeptos. En el lanzamiento de hacha, el competidor se posiciona aproximadamente a 6 metros de distancia del objetivo y lanza apuntando al centro.

Además, las hachas también pasaron a formar parte del equipamiento de quienes practican deportes de aventura, como camping, trekking y montañismo. 

Después de todo, muchas de las necesidades y adversidades que enfrentaron nuestros antepasados ​​hace milenios siguen siendo parte de los desafíos que deben superar quienes hoy deciden mantenerse alejados de la civilización por su propia cuenta y riesgo.

Las hachas tácticas destacan como uno de los elementos más útiles entre los de la lista de equipos que llevan los aventureros. Son ligeros, compactos y ofrecen una serie de características que no pueden pasar desapercibidas para quienes practican los deportes más extremos.

Por tanto, las hachas fueron, son y muy probablemente seguirán siendo fieles compañeras del hombre mientras habitemos este planeta.

Simplemente busca entre los diferentes tipos de hachas disponibles en el mercado para encontrar un modelo que se adapte a tus necesidades y te facilite el día a día. 

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Recuerda que es importante evaluar cual es la ideal para la actividad que pretendes realizar, ya que este detalle tendrá una gran influencia en el éxito de tu elección.