Cuando empezamos a pelar y cortar una cebolla, sentimos el aroma picante llegando a nuestra nariz y nuestros ojos empiezan a lacrimar. Algunas veces, la reacción a la cebolla es sólo una leve irritación ocular, pero en muchas otras ocasiones ella nos hace llorar mucho.

cebollas

Los grandes jefes de cocinas ya son unos manitas en descascar las cebollas, entonces ya pasaron de la fase de llorar al cortarlas.

Las cebollas hacen parte del género de planta llamado Allium, junto con el ajo, la cebolla, el puerro y otras 400 especies de la misma familia.

La plantación de estos vegetales absorbe el azufre de la tierra que les ayuda a formar una clase de moléculas orgánicas volátiles llamadas sulfóxidos de aminoácidos.

Estos elementos químicos presentes en las cebollas irritan nuestros ojos y desencadenan todo el proceso lloroso.

Cuando estamos cortando, o picando la cebolla, estamos liberando enzimas de factor lacrimógenas.

Estos catalizadores instigan una fuerte reacción química, en la que nos hace llorar.

Estas enzimas reaccionan con los sulfóxidos y los convierten en ácidos sulfénicos.

Los ácidos sulfénicos son altamente inestable y se reajustan en un compuesto llamado sin-propanetial-S-óxido.

Cuando el sin-propanetial-S-óxido, que es una combinación no muy agradable de ácido sulfúrico, el dióxido de azufre y el sulfuro de hidrógeno se mezcla al aire que circula nuestro rostro y se acerca a nuestros ojos, incita la respuesta de lágrima reflexiva que es un irritante externo.

Como por ejemplo, el polvo o el humo del cigarrillo, accionando terminaciones nerviosas en la córnea que a su vez se comunican con el cerebro.

El cerebro automáticamente registra la irritación en el ojo y luego alerta a la glándula lagrimal a estimular la producción de lágrimas para alejar al "invasor".

Las terminaciones nerviosas múltiples en la córnea registran la sensación de sin-propanetial-S-óxido como una sustancia que puede venir a perjudicar nuestros ojos.

En consecuencia, el cerebro pasa un mensaje a las glándulas lagrimal y empezamos a llorar.

Algunos trucos te ayudarán en ese sufrimiento:

- pela y corta la cebolla en agua corriente;

- utiliza un ventilador cuando estés picando la cebolla, ayudará a dispersar los compuestos del azufre

- cocina la cebolla antes de cortarla

Un producto que cada vez más está presenta en las cocinas para que no sufras cortando cebollas, son las gafas protectoras  Onion Proof Shield para cortar cebolla.

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Muy prácticas para proteger los ojos y evitar el molesto lagrimeo al cortar la cebolla.

También son útiles para protegerse de las ascuas que desprende el fuego de las barbacoas.

Deja de sufrir con estas estupendas gafas, ya verás que llorar al cortar cebollas será cosa del pasado.