Uno de los momentos más emocionantes para los padres es cuando el bebe empieza a andar. Sin embargo, no todo lo que un niño hace o aprende va a venir enseñado por los adultos, y caminar es una de esas cosas que harían aunque no quisiéramos. Entonces, como no podemos enseñarles, lo mejor será tener cuidado y tenerlos vigilados.

bebé

Algunos profesionales sugieren que podría ser beneficioso animar a los bebés para que vayan cogiendo fuerza en las piernas, dándoles las manos para que se sostengan de pie y caminen.

Entre los 4 y los 6 meses muchos bebés empiezan a hacer fuerza con las piernas hasta el punto que se ponen de pie en nuestro regazo, luego van cogiendo fuerza a medida que se arrastran por el suelo para conseguir cosas.

Medidas de seguridad que debemos adoptar

 

Caminar supone que un niño de unos 75 cm de altura llegue a lugares que están a 70 cm del suelo, zonas que hasta ese momento no comportaban mayor peligro porque, básicamente, no llegaba.

Hay que proteger las esquinas de los muebles como protectores de cajones y puertas y también los protectores  puertas de frigoríficos, apartar alfombras y objetos con los que puedan tropezarse y no dejarlo solo sin la supervisión de un adulto.

Muy importante es poner las tapas protectoras de toma para evitar que el bebé se haga daño con las bases de enchufe.

Los andadores para bebés son muy útiles a partir de les 10 meses, cuando los niños empiezan a ponerse de pie. Tanto si son un cochecito con ruedas con un asa donde agarrarse y empujar, como si disponen de una superficie para poder sentarse, las motos correpasillos para bebés ofrecen al bebé estabilidad, equilibro y seguridad en sus desplazamientos.

Una de las ventajas del uso del andador es que puede ser un juguete muy entretenido para los bebés, ya que exploran la casa, sienten que pueden moverse solitos y se divierten colocando en su bandeja todos sus juguetes.