La primera cosa que los padres hacen cuando los niños empiezan a dar sus pasos cortos por la casa es colocar protectores en los armarios, elevar objetos que puedan romper con facilidad y ocultar utensilios cortantes como cuchillos y tijeras.

A medida que se van desarrollando, continuamos manteniéndolas alejadas de cualquier objeto que pueda causar heridas y, probablemente, la tijera entra en esa lista como una de las villanas.

Sin embargo, tal vez no sepas, pero una tijera adecuada puede ser una excelente aliada en el desarrollo de la coordinación motora de los niños.

La coordinación motora fina está relacionada al desarrollo de los músculos menores del cuerpo, entre los cuales están los de las manos y de los dedos.

Al desarrollar tal habilidad los niños son capaces de realizar movimientos más delicados y precisos que pueden implicar, por ejemplo, en la forma en que las toman en el lápiz y en la presión que usan en la escritura.

Al aprender a usar las tijeras de manera correcta, los pequeños también desarrollan una serie de habilidades motoras y cognitivas como:
  • Estabilidad postural
  • Percepción visual
  • Coordinación viso motora
  • Integración bilateral
  • Orientación espacial
  • Consciencia corporal
  • Fuerza muscular

Entre 2 años y 2 años y medio, el niño ya puede comenzar a manejar una tijera escolar. Sin embargo, es importante que ese aprendizaje sea realizado de manera gradual, respetando su desarrollo.

Entre 2 y 3 años

A esa edad, probablemente, su hijo necesitará las dos manos para abrir y cerrar la tijera. En el comienzo puede usar una fuerza excesiva para realizar el movimiento y tal vez no haya desarrollado habilidades suficientes para realizar muchos movimientos con la tijera.

Entre 3 y 4 años

Con cierta precisión, tu hijo ya puede hacer cortes en línea recta. En esta fase, se puede comenzar a practicar nuevos movimientos tales como las curvas, pues sus habilidades ya permiten usar la mano auxiliar para girar el papel.

Es importante resaltar que usar una tijera de forma correcta es una habilidad conquistada progresivamente.

Por eso, se recomienda realizar actividades de pre-corte con niños a partir de los 2 años. Estos ejercicios tienen como objetivo el fortalecimiento de las manos antes del manejo de la tijera.

Al colocar una tijera en la mano de su hijo es siempre importante explicar que es un utensilio que debe ser utilizado con cuidado y atención, y sólo para cortar los materiales ofrecidos durante cada actividad.