El espejo es una herramienta que utilizamos a diario para vernos a nosotros mismos y para reflejar nuestro entorno. Su origen se remonta a miles de años atrás, cuando los seres humanos encontraron cómo pulir piedras para crear superficies reflectantes.

A lo largo del tiempo, los espejos han evolucionado en diferentes formas y tamaños, y se han convertido en una parte integral de nuestra vida diaria. 

En este artículo, explicaremos el origen del espejo y sus diferentes tipos.

El origen del espejo

El uso de superficies reflectantes se remonta a la prehistoria. Los seres humanos usaron agua estancada, superficies pulidas de piedra y metales como el bronce para crear espejos primitivos. El primer espejo fabricado por el hombre se cree que fue hecho en el antiguo Egipto hace más de 4.000 años. 

Estos espejos eran discos de bronce pulido con un mango en la parte posterior.

En la antigua China, se fabricaban espejos de bronce y de obsidiana, un tipo de vidrio volcánico, que se utilizaban en ceremonias religiosas y en la adivinación. 

Los espejos de bronce chinos eran especialmente populares en la dinastía Han y se fabricaban empleando la técnica de la fund

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