Un cronómetro es un reloj de precisión que se utiliza para medir tiempos mediante la puesta en marcha y parada del mecanismo de control que generalmente son botones que ponen en marcha el inicio del tiempo o paran la medición de este en el momento que se acciona.

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Por regla general un cronómetro empieza a contar desde cero y al ser un pequeño aparato se suele llevar colgado del cuello mediante una cuerda o cadena y puede manejarse con una sola mano, de manera que en el momento que pulsemos el botón de puesta en marcha, las cifras aparecerán tan rápidas que el ojo humano solo es capaz de ver como cambian nítidamente las de los segundos, aunque realmente se muestran las décimas de segundos y otros decimales dependiendo del modelo.

Las cifras de un cronómetro digital cambian a la velocidad de medición del tiempo y esa es la razón de que no podamos ver con nuestros ojos los decimales de los segundos aunque obviamente podrían verificarse con una cámara de vídeo especial.

Mientras pasan los segundos y las décimas de segundos el tiempo transcurrido va mostrándose en la pantalla del cronómetro y justo cuando accionamos el botón de parada, también se para la medición y se muestra de manera inmediata las cifras del tiempo transcurrido desde la puesta en marcha hasta la parada en horas, minutos, segundos y décimas de segundos.

Mediciones más precisas y el Tiempo Decimal

Para mediciones mayores y más precisas como en el caso de las competiciones deportivas, pruebas de laboratorios, lanzamientos espaciales y otras mediciones especiales, se utilizan cronómetros que ofrecen cifras más allá de las décimas de segundo, y aunque el tiempo tal como lo concebimos la mayoría de las personas que usamos un sistema no decimal de medición, lo entendemos como la partición de un día en 24 horas, las horas en 60 minutos y cada uno de estos en otros 60 segundos, a partir de aquí se suele expresar en décimas de segundos, centésimas e incluso milésimas, pero esto no hay que confundirlo con la medición decimal del tiempo ya que el tiempo decimal se refiere al "Tiempo Revolucionario Francés" que propone dividir el día en 10 horas, cada hora en 100 minutos y cada minuto en 100 segundos decimales, lo cual está en contraposición con la manera que tenemos de medir el tiempo la mayoría de los habitantes de la Tierra.

Como curiosidad podemos decir que el tiempo decimal resulta mas fácil de medir que el que tenemos actualmente y para las conversiones de uno a otro sistema basta con aplicar una regla de tres, aunque aparte de por curiosidad nadie se entretiene en adivinar que cifra de un sistema corresponde a otro puesto que las costumbres que tenemos nos impiden ver otro tipo de calendarios aunque estos estén basados en sistemas decimales o más sencillas.

Conclusión

En lo referente al tema principal de este post, como norma generalizada el tiempo que podemos medir con un cronómetro se mide en horas, minutos y segundos, así que una hora equivale a 3.600 segundos.

Las cifras que se muestran por debajo de los segundos son décimas de segundos llamados "decisegundos" que equivalen a la décima parte de un segundo.

Los cronógrafos más precisos del mundo ofrecen cifras más allá de las décimas de segundos, llamadas centisegundos o milisegundos. aunque hay otras cifras que van mas allá que obviamos en este post por razones de espacio ya que podríamos llegar a mediciones casi infinitas.