Desde que se inventó la tele, solo en nuestro país se vendieron más de 100 millones de televisores, que si las cuentas no fallan, o se compran y se tiran, o en cada hogar español hay una tele por habitación. 

familia viendo la tele

A veces los números no cuadran porque interpretamos mal las estadísticas, pero lo cierto y claro es que si desde que se inventó el televisor, los españoles hemos comprado mas teles que habitantes hay, algo pasa con estas cifras, y la respuesta es tan clara como sorprendente.

La televisión en España se estrenó en los años 50 iniciando sus emisiones regularmente a partir del 28 de octubre de 1956 desde un chalet del Paseo de La Habana en Madrid y unos años después se retransmitió el primer partido de fútbol de la historia de nuestra tele, eso fue en febrero de 1959 durante el encuentro Real Madrid - F.C. Barcelona.

La emisión desató un éxito sin precedentes y los españoles comenzaron a comprar televisores, a pesar de que la señal aún no llegaba a todo el territorio español.

En los años 60 solo había unas 50.000 familias que tenían televisor porque entonces los primeros aparatos eran de importación y solo unos cuantos podían permitirse el lujo de tener uno en el salón.

En el año 1964 se inauguraron los estudios de Televisión Española en Prado del Rey, y un año después se creó la Orquesta y Coro de RTVE.

El 15 de noviembre de 1966 apareció el segundo canal de la Televisión Española al que se denominó UHF que pasó a convertirse en la segunda cadena que los españoles podíamos ver en nuestros hogares.

A finales de los 60 la cifra pasó de 50.000 a casi cuatro millones de aparatos, pero seguían siendo caros para la economía de las familias, ya que su precio rondaba las 50.000 pesetas  y venía con el mueble incluido para que no tuvieras que poner la tele sobre una mesa.

En esos años los salarios no daban para tanto, así que comenzaron a venderlos a plazos y la gente firmaba las llamadas letras que no todos conocerán.

Mientras que en España los televisores eran de blanco y negro, en Japón ya realizaban emisiones en color y nosotros tuvimos que saltar de década y esperar hasta 1973 aunque también tuvimos que cambiar el televisor puesto que aunque ya comenzó la programación en color, los menos pudientes siguieron viéndola en blanco y negro.

En 1977 RTVE puso fin al blanco y negro y a partir de entonces todas las emisiones pasaron a ser en color.

A finales de los 70 ya se habían vendido otros 3 millones de televisores en color y por motivos obvios los televisores en blanco y negro pasaron a un segundo plano y acabaron en los vertederos porque por aquel entonces no había puntos limpios de recogida ni reciclaje.

En 1980 un televisor en color traspasaba la barrera de las 100.000 pesetas (600 euros de hoy en día), y teniendo en cuenta que el salario mínimo interprofesional de ese año era poco más de 20.000 pesetas mensuales, la mayoría de la gente solo podía comprarlos a plazos tal como ahora se compran los coches.

Otra década después, en los 90 ya había en España más de 10 millones de televisores y el parque estaba totalmente renovado con los anteriores en la basura porque los nuevos ya venían con mando a distancia y con ellos no teníamos que levantarnos para cambiar de canal.

La cosa parecía ir de década en década y con la aparición del euroconector, fuimos jubilando los viejos y comprando más nuevos.

Finalmente los televisores se estrecharon, nacieron las pantallas planas y de nuevo nos lanzamos a comprarlas para tener lo último en casa argumentando que las teles viejas ocupaban demasiado espacio.

La pantalla plana costaba demasiado pero tras venderse a precio de oro a los primeros compradores, en pleno año 2000 comenzaron a bajar de precio haciéndose asequibles a todos los bolsillos, derrotando una vez mas al ejercito de "televisores con culo", como llegaron a llamar a las que se tiraban a la basura o se llevaban a las parcelas que por aquel entonces tenían la tele de 14 pulgadas en blanco y negro.

Unas fueron sustituyendo a otras sin que todavía ninguno de nosotros hubiera oído hablar de la obsolescencia programada, y hoy en día, la media de televisores que hay en casa es mayor de dos, y la media por ciudadano llega casi a un televisor por persona, pero debido a la crisis, la siguiente oferta de televisores de pantalla curva ha quedado en agua de borrajas.