El gasto en luz y gas supone, de media, el 5% del desembolso mensual de una familia en nuestro país. Este gasto se ha ido reduciendo en los últimos años a raíz de la crisis, cuando las familias buscaban el ahorro por encima de todo y se prefería reducir primero el consumo de calefacción respecto a otros gastos.

gas

España es el quinto país europeo que más paga de electricidad y el tercero en el gasto de gas, según los últimos datos del Eurostat. Estos datos podrían hacernos creer que somos uno de los países más fríos de Europa, sin embargo, las tarifas son más elevadas que en otros países en los que el clima es mucho más frío, como puede ser el caso de Finlandia.

Consejos para reducir el consumo en tu factura de gas

 

- Aprovechar el sol. Además de luz, el sol aporta calor, por lo que subiendo las persianas y abriendo las cortinas lograremos que la temperatura suba unos grados sin necesidad de encender la calefacción.

- Poner el termostato a los grados adecuados. 21 grados es una temperatura suficiente para estar a gusto en casa, y cada grado por encima incrementa el consumo un 7%, por lo que es muy recomendable no subir de ese marcador

- Tener en cuenta todas las zonas de la casa. No todas las estancias son iguales, porque dependiendo de la orientación, de las horas de luz o del tamaño de la habitación, pueden ser más o menos cálidas.

Los radiadores deben estar limpios y sin muebles que los tapen 

Los radiadores tienen que purgarse al comienzo de la temporada, en otoño, para que no tengan aire dentro.

Los tipos de calefacción se pueden dividir según la fuente de energía (biomasa, geotérmica, solar, eléctrica y gas) o según el aparato o sistema a partir del cual se obtiene el calor (suelo radiante, bomba de aire, eléctrica por acumuladores, eléctrica por convectores, emisores termoeléctricos y calderas con radiadores de agua).

Estos son algunos de ellos…

Calefacción de gas

 

Es una de las fuentes de energías más empleadas en los hogares españoles. Se trata de una energía limpia, eficaz, que no contamina. Tanto para la calefacción, cocina y la producción de agua caliente se puede elegir entre 3 tipos de combustible: gas natural, gasóleo C o gas propano.

 

Calefacción eléctrica por acumulación

 

La electricidad se convierte en calor gracias a las resistencias eléctricas que hay dentro de cada calefactor eléctrico, a través de las que pasa la corriente, convirtiendo la electricidad en calor.

La calefacción eléctrica es buena opción en regiones cálidas, en las que no se necesita mucha potencia ni tiempo para calentar la casa. También para segundas viviendas, donde el uso se limita a cortos periodos de tiempo, y en hogares pequeños, que se calientan rápidamente.

Calefacción eléctrica por convectores

 

Este tipo de calefacción eléctrica funciona mediante una resistencia que calienta el aire que circula por el interior de los convectores. En este sistema, perfecto para hogares ubicados en zonas cálidas, el agua caliente se obtiene mediante un termo.

Bomba de calor

La bomba de calor permite tener calefacción en invierno y aire acondicionado en verano en un solo aparato. El proporcionar estas dos opciones en un único sistema, abarata la inversión y simplifica la instalación. La gran variedad de marcas y modelos hacen posible su instalación en distintos lugares.

No podíamos dejar que hablar de la  chimenea de Bioetanol   es perfecta, no produce olores ni cenizas, puede usarse en interiores y exteriores. Un producto seguro y decorativo para crear un ambiente más agradable.

Es un sistema eficiente,  ya que consume menos energía hasta alcanzar la temperatura deseada,

Fuente:fotocasa