Con el mal uso y el desgaste propio, los destornilladores pueden terminar con su vida útil. Pero no todo está perdido, ya que hay algunos consejos que podemos emplear para repararlos. Es habitual que por un mal uso, acabemos inutilizándolos por un desgaste o malformación de sus puntas.

destornilladores

También podemos encontrar en nuestro taller viejos destornilladores que han sido olvidados por estos mismos desgastes.

Si el desgaste o malformación se encuentra en la punta, la herramienta no entrará en los tornillos, por lo que habrá quedado inutilizada.

Y si la malformación se produce en el cuerpo, cuando queramos utilizarlo veremos que no podemos girarlo de forma uniforme, saliéndose o, incluso, no encajando en el tornillo.

Otra razón por la que se producen estos desperfectos es por utilizar un destornillador de un tamaño o forma distintos al tornillo sobre el que vamos a girar, lo cual también creará deformaciones en las puntas.

Cómo reparar la punta de los destornilladores

Veamos algunos procedimientos que nos permitirán dejar nuestros destornilladores prácticamente como nuevos.

En primer lugar, tendremos que hacernos con una lima metálica, la cual utilizaremos para repasar un poco la forma original de la punta del destornillador.

Repetimos la acción por ambos lados para intentar recuperar la punta.

En el caso de que no consigamos repararla, podremos utilizar una amoladora.

Encenderemos la misma y la mantendremos fija, para poder utilizar ambas manos e ir acercando la punta del destornillador, con el objetivo de recrear su forma original.

Si nos encontramos con que la punta del destornillador está excesivamente estropeada.

Quizás sea interesante cortarla por completo con la amoladora y crear una punta nueva.

Una vez que terminemos de crear la punta, comprobaremos su funcionamiento con un tornillo adecuado.

Es muy importante no pasarnos afilando la punta, ya que de este modo debilitaremos la resistencia del destornillador.

Por lo que acabará deformándose cuando actuemos sobre un tornillo que esté fuertemente agarrado.

Recomendamos comprar destornilladores de calidad, ya que aunque sean un poco más caros son mucho más resistentes y difícil de deformar y desgastar.

Además de que los podremos reparar muchas más veces que un destornillador de mala calidad.