La mayoría de los gérmenes y bacterias que habitan a nuestro alrededor pueden invadir nuestro cuerpo utilizando las células y fluidos corporales para vivir y reproducirse y aunque nuestro mecanismo de defensa puede combatir algunos, otros logran sobrevivir.

esterilizador de biberones esterilizador de biberones

Los gérmenes están en todas partes y es conveniente que en nuestro hogar utilicemos productos de limpieza eficaces para tener todo limpio e higiénico, y eso pasa por una correcta limpieza sobre todo de los suelos, encimeras y cuartos de baño, pero aún así cientos de gérmenes lograrán sobrevivir en lugares húmedos, sucios o transportados por animales e incluso por el aire o por otras personas.

Con los niños hay que tener especial cuidado puesto que el foco de contagio puede estar en la escuela o la guardería, en el patio o en cualquier cosa que encuentren en la calle, y sin ser alarmistas, hay que enseñar a los niños desde pequeños y educarles para que como los mayores, lleven una vida sana que comienza por el aseo personal.

Si las manos es un tranvía de contagio, la boca y la nariz son los túneles por donde finalmente se colarán los gérmenes transmitiéndonos las enfermedades, así que hay que prestar atención sobre todo a los bebés, quienes no pueden seguir nuestros consejos de manera que son los más expuestos a contraer virus, así que procuraremos siempre que no toquen con sus manos otra cosa que su chupete, su juguete  o su biberón.

Procurar mantener al bebé alejado de las personas que tengan infecciones o puedan estornudar delante de ellos, y sobre todo evitar besarles en la boca y en sus manos, pues tienden a meterse los dedos en la boca.

Hay que esterilizar los biberones y chupetes y no basta con hervirlos, sino más bien usar un esterilizador de biberones que acabará con la totalidad de gérmenes y bacterias evitando contagios innecesarios que pueden derivar en enfermedades.

En caso de duda puedes consultar con tu pediatra acerca de los cuidados que deben tener los mas pequeños, puesto que no se trata de aislarlos ni protegerlos en exceso, sino de observar una cuestión fundamental como es el aseo tanto de él como de todo lo que le rodea.