Sin duda, el martillo es una de las herramientas más básicas y versátiles que tienes a tu disposición, seas o no un profesional. Con él es posible realizar desde tareas sencillas del día a día, como la reparación de muebles, hasta trabajos de construcción más complejos. Pero ¿sabes elegir un buen martillo?

Es la herramienta más básica e imprescindible para diversas tareas en el hogar y en el trabajo. Está presente en cualquier caja de herramientas.

Hoy en día existe una gran variedad de tamaños y formas de martillos. 

Cada tipo de herramienta tiene su propio campo de aplicación, en el que es especialmente eficaz.

Se puedes utilizar para un simple clavo en la pared o en madera, quitar clavos o componentes de superficies, entre muchos otros trabajos que cuentan con la ayuda de esta herramienta.

¿Cuál es el origen del martillo?

Los orígenes del martillo se remontan a la Edad Prehistórica; una leyenda atribuye su invención a Cinyras, primer rey de Chipre, legendario inventor, a su vez, de las tenazas y el yunque, pero sin duda ese instrumento debió sustituir, desde la aparición del bronce y el hierro, a los martillos de piedra utilizados desde la prehistoria.

Su nombre proviene del latín malleus. Aparece representada con frecuencia en bajorrelieves y vasijas pintadas, y en muchos de estos monumentos como atributo de Vulcano y los Cíclopes.

Examinando los martillos que se conservan en museos y colecciones privadas, se observa que la mayoría de los que se utilizan hoy en día en diferentes profesiones ya eran conocidos por los antiguos y que esencialmente no cambiaron de forma.

Se utilizaban en los trabajos de campo, para romper terrones de tierra y en los diferentes trabajos en los que los trabajadores tenían que golpear con instrumentos de oro, para reducir este metal a láminas; y también se usaban para alisar hojas de papiro.

Otra aparición del martillo en la antigüedad fue siendo utilizado en combate en guerras antiguas, así como en las olimpiadas de la antigua Grecia, en un evento de lanzamiento de martillo, por hombres y mujeres guerreros.

El martillo es la herramienta más antigua de la humanidad, ya que incluso los habitantes de las cavernas ya usaban piedras para romper objetos. Alrededor del siglo IV a. C., la gente agregó el mango al martillo y finalmente hizo un agujero en la madera para sostenerlo. 

A medida que las civilizaciones hicieron avances en la metalurgia, los inventores agregaron nuevos materiales al mango de madera, comenzando en la Edad del Bronce y progresando hasta la era moderna de las aleaciones metálicas.

¿Cómo se hace el martillo?

En la fabricación moderna de martillos, la parte más importante es conseguir la dureza adecuada en la cabeza de la herramienta. Esto significa usar acero con alto contenido de carbono en un proceso llamado tratamiento térmico para lograr la cantidad adecuada de dureza.

Si la cabeza se vuelve demasiado dura, se volverá quebradiza, pero cederá si no es lo suficientemente dura, lo que la hará ineficaz. La formación correcta de la cabeza del martillo también es la clave para el equilibrio general de la herramienta. Cuanto mejor sea el equilibrio, más fácil será de usar.

El mango del martillo también es muy importante para el proceso de fabricación. Las más aconsejables son las de nogal, ya que este material es robusto y amortigua durante el batido.

Cada tipo de material utiliza un proceso específico para crear el mango del martillo. Un torno, utilizado para tallar, convierte la madera en mango. Para las mangos de metal, los fabricantes calientan el metal hasta que se vuelve maleable y luego lo moldean en la forma deseada.

En los martillos con mango de madera, el fabricante inserta el mango en un orificio en la cabeza de metal. Luego, a través de la parte superior del martillo, crean una grieta en la madera que hace que se abra. 

Esta práctica asegura una buena unión entre el mango y la cabeza. Poco después, dos cuñas de metal cortaron el cable para mantenerlo en su lugar.

Los fabricantes también insertan el mango de metal en un orificio en la cabeza del martillo. La diferencia es que usan epoxi líquido para mantener el cable en su lugar. El toque final es una empuñadura de goma unida a la parte inferior del mango del martillo.

Hay mangos de metal o plástico, y la mayoría de los martillos modernos vienen con mangos de fibra de vidrio, un material nuevo que ha demostrado ser muy bueno en el uso. No se desliza en la mano y ayuda a reducir la fuerza de retroceso en el impacto.

Cómo elegir el mejor martillo

En vista de la considerable cantidad de tipos de martillos que hay en el mercado, debes tener mucho cuidado al comprar. Sea cual sea el martillo que necesites, siempre presta atención a la calidad de su ejecución.

Al contrario de lo que muchos piensan, los martillos no son todos iguales, ni tienen la misma finalidad. 

Para resolver tus dudas, hemos reunido aquí todo lo que necesitas saber para comprar el mejor martillo.

Uno de los factores que afecta directamente a la usabilidad y potencia de un martillo es el peso. Cuanto más pesada sea la herramienta, más potentes serán tus golpes, pero por otro lado, menos certero serás. Por eso, es importante elegir el peso de acuerdo con la intensidad que requiere el trabajo.

Como referencia, los martillos más ligeros, que se suelen utilizar en trabajos más delicados, como la carrocería, suelen pesar entre 50 y 100 g. Ya los más robustos, aptos para trabajos pesados, pueden llegar a pesar más de 1 kg. Pero, en general, los modelos que pesan alrededor de 500 g son los más versátiles.

Otra característica importante de los martillos es el mango. Esta parte de la herramienta está directamente relacionada con la comodidad, la precisión e incluso la potencia que puedes generar en los golpes. 

Los martillos más tradicionales suelen utilizar mangos de madera, que son muy resistentes y duran muchos años.

Otro mango muy utilizado es el de fibra de vidrio. Esta opción hace que la herramienta sea más ligera y, si se mantiene bien, también ofrece una gran durabilidad. También hay opciones de acero, que aunque son un poco más pesados, ofrecen una buena relación calidad-precio.

Cuando se habla de las medidas del martillo, hay 2 principales a tener en cuenta: el ancho de la cabeza y la longitud del mango.

La medida del mango afecta tanto a la precisión como a la potencia de los golpes. En los mangos más cortos, las manos están más cerca de la cabeza del martillo, favoreciendo la precisión, pero comprometiendo la fuerza empleada. 

Con mangos largos, las manos pueden estar más alejadas de la cabeza, lo que da más fuerza a los golpes.

Algunos tipos de martillos

Martillo carpintero - El martillo carpintero es el tipo más común en el mercado y probablemente ya tengas uno en casa. El martillo de carpintero, también denominado martillo de orejas o de uñas, se caracteriza por estar diseñado para extraer clavos y para clavar clavos.

Esto es gracias a su extremo de doble cuña, que gracias a su acción de pata de cabra nos permite extraer todo tipo de clavos y puntas a medio clavar o torcidas; y por otro lado tiene la cabeza plana para golpear y clavar clavos.

Martillo de bola - El martillo de bolas tiene en su cabeza un extremo plano, que puede ser utilizado en clavos y otros servicios similares, y un segundo extremo en forma esférica. La parte esférica, que da nombre al martillo, es muy utilizada en cuchillería para colocar remaches y dar formas específicas al metal. 

Por tanto, es un modelo que se puede utilizar en actividades un poco más específicas, pero que merece la pena tener en la caja de herramientas.

Martillo para mecánica - El martillo para mecánica tiene una forma muy similar a los martillos de albañil, e incluso puede confundirse con él al principio. Sin embargo, el extremo plano de estos modelos no es tan delgado, ya que su función no es cortar, sino formar hendiduras y pliegues en láminas de acero.

Además de la forma plana, existen opciones con este extremo más puntiagudo, para dar formas aún más acentuadas. Pero, al igual que los martillos anteriores, este también tiene una parte plana en la cabeza para que puedas trabajar con clavos y realizar actividades más comunes.

Martillo maceta - Es el tipo de martillo más potente y pesado. El martillo maceta se aplica para trabajos que requieren una gran fuerza de impacto pero poca precisión, por ejemplo, desmontaje de tabiques, trituración de tejas viejas, hincado de pilares de hormigón o piedra en el suelo y otros trabajos pesados.

Conclusión

Como has podido ver los martillos son herramientas indispensables para cualquier tipo de trabajo. Pero hay factores que debes tener en cuenta a la hora de elegir el tuyo, no olvidando que cada tipo de martillo es para una determinada tarea.

Aquí hemos citados solo algunos de los modelos, por supuesto hay muchos otros modelos que podrás encontrar en el mercado, además de otras herramientas que facilitarán tu trabajo.

Como se ve, los martillos son herramientas muy versátiles, siendo casi un imprescindible en cualquier caja de herramientas.

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