Si tienes un buen cuchillo ya sea táctico o de cocina debes saber que el único mantenimiento que necesita es limpieza y conservación del filo, y aunque lo primero es esencial y puede hacerse con cualquier trapo, no puede decirse lo mismo sobre el afilado.

Piedras de afilar

El proceso de afilado se ha venido haciendo desde años con una piedra de afilar obtenida de minerales abrasivos como el carburo de silicio o el óxido de aluminio de las que puedes encontrar varios modelos destacando la Piedra De Afilar 'Speciale Laguiole' de la marca Crossnar o la Piedra de Martínez Albainox que incorpora un mango para trabajar más cómodamente.

Afilar los cuchillos con estas piedras es un tanto fácil si conoces el ángulo de tus cuchillos, aunque por regla general oscilan entre los 15 y 30 grados por lado, puesto que si los afilas con un ángulo inferior, el cuchillo cortará mucho más, pero el filo durará bastante menos.

Afiladores

Si prefieres afilar los cuchillos de manera semi-automática, deberás hacerte con un afilador que es algo más complejo que una piedra y simplifican la tarea de sacar filo incluso a las tijeras.

Estos afiladores suelen ser carcasas de plástico en cuyo interior el fabricante monta discos o barras dispuestas en ángulo precisamente para que el afilado se haga de forma más precisa y simétrica, puesto que la mayoría de afiladores pulen los dos filos del cuchillo al mismo tiempo como es el caso del afilador Virginia de piedra de diamante capaz de afilar hasta los cuchillos de acero más duro simplemente deslizando el cuchillo a través de sus barras.

Para los cuchillos de cocina, lo mejor es utilizar un afilador de sobremesa como el Afilador de mesa de la marca Accusharp o bien el afilador eléctrico profesional de la marca Fischer especial para cuchillos y tijeras.

Chairas

Una chaira es una barra de metal con estrías cuya función es “asentar” el filo de los cuchillos. No es un afilador propiamente dicho sino más bien un aparato de mantenimiento, ya que tras conseguir el filo mediante un afilador o piedra de afilar, los cuchillos quedan preparados para cortar materiales blandos, pero ocurre que el filo toca la tabla de cortar, los huesos y otros materiales duros y el filo se machaca.

Si pudiéramos observar el filo del cuchillo con un microscopio observaríamos pequeñas y diminutas sierras, cortes y dientes que estropean el filo y precisamente se utiliza la chaira para aplastar estos salientes y dejar de nuevo el filo perfecto.

Las chairas las utilizan constantemente los carniceros ya que sin estas pasadas, el filo no duraría más de un día debido a la gran cantidad de golpes y roces que sufren durante los cortes.

Una chaira sirve para los cuchillos de cocina, las tijeras, las navajas, los machetes y los cuchillos de caza e incluso las hachas aunque estas están más bien destinadas al corte mediante golpes y por tanto el filo no tiene porqué ser tan preciso como el de un cuchillo.